lunes, 29 de febrero de 2016

Libros: Noches sin dormir

Hace ahora diez años le conté mi vida a una psicóloga de Harvard que estaba haciendo un estudio sobre el Nest Syndrome, ese mal que aqueja a las madres cuando los hijos abandonan el nido. Aquí, en Estados Unidos, esa fecha está dramáticamente marcada en el calendario. Madres y padres saben que cuando los hijos cumplen los diecisiete, la edad habitual a la que se entra en la universidad, los perderán en gran medida para siempre. Los perderán.

Así empieza Noches sin dormir. El diario de Elvira Lindo durante el último invierno que pasó en Nueva York. Que parece todo muy bonito, pero el invierno en una ciudad que tiene estaciones no me resulta nada apetecible. Y menos aún después de ver las calamidades que pasan en lo más crudo del crudo invierno.

Siempre que leo a Elvira Lindo tiendo a compararla con Nora Ephron, no sé muy bien por qué, pero es una comparación bastante subjetiva: Elvira es lo más parecido a Nora que he conseguido encontrar, sin ser Nora. Pero me provoca las mismas sensaciones, que es, en general, un convencimiento no necesariamente fundado de que todo va a ir bien.

Lo que más me ha gustado, obviamente, es Nueva York. Es la ciudad perfecta a la que ir de visita aunque no tengo tan claro que lo sea para vivir.
Anécdota sobre esto: en el libro habla de la visita de sus amigas en Semana Santa y de cómo los españoles lo llenamos todo en esa época. Pues coincidí con ella y sus amigas en el Filene's Basement que hay cerquita del Lincoln Center. Mis amigos las vieron, a mí, para variar, me pilló en el baño.

Respecto al libro, se nota que es un diario editado, claro. Y no se nota tanto el currazo que tiene que tener por detrás, hacer que parezca fácil a mí me parece de lo más complicado del mundo.

Me gusta también de Elvira que es un poco exagerada, me identifico bastante en eso, y a nivel personal es un libro que como he dicho más arriba me transmite muy buen rollo. Y también a nivel personal me ha gustado infinito que en un par de cosas me hayan dicho "esto lo dice Elvira pero podrías decirlo tú", creo que comparto con Elvira el espíritu disfrutón de la vida y una cierta tendencia al drama y a la exageración. Por ejemplo: "Realismo y absurdo, el drama de mi vida"

Lo que menos me ha gustado, y es un detalle muy tonto, es una referencia a Carmen Martín Gaite, de la que no entiendo por qué no se omite el nombre, cuando en otros ejemplos similares sí se ha omitido. Si me encontrase con Elvira creo que se lo preguntaría, si acertase a pronunciar palabra, claro.

Lo recomiendo mucho, es de esos libros en los que está bien lo que cuenta, cómo lo cuenta y claro, dónde pasa lo que cuenta.

He marcado muchas cosas que me han gustado, estas son algunas

"He aprendido que se puede pensar una cosa y su contraria sin que sea necesario disculparse por contradictoria"

"Nunca he dejado de escribir. Es un consuelo, un vicio, una manía, la única manera que conozco de ordenar el pensamiento. Es como rezar."

"Mi compromiso puede resumirse en una línea: justicia social y educación (...) novelas comprometidas, películas comprometidas, teatro comprometido, hasta la banalidad tiene que hacer alarde de compromiso" 

"Yo voy a cualquier sitio que me permita colarme en una casa, en un edificio o en un ambiente. Yo, por sistema, voy."

miércoles, 17 de febrero de 2016

Libros: Rosy & John

El encuentro fortuito que da un vuelco completo a tu vida, la placa de hielo traicionera, la respuesta que se pronuncia sin pensar...las cosas decisivas ocurren en menos de una décima de segundo.

Así comienza Rosy & John, el último libro de Pierre Lemaitre. Lemaitre es maravilloso y todo lo que he leído suyo me ha fascinado. Vestido de novia es un merecidísimo Premio Naranja 2015, nadie lo mereció tanto, salvo quizás Jane Eyre el año que no lo ganó, ese es mi nivel de fangirlismo con este señor.

Inciso: PERO. En la editorial no tienen vergüenza y no sólo no me voy a comprar este libro, que me lo prestaron, sino que conmigo no cuenten más. 
Lo he dicho en todas partes pero lo voy a decir una vez más: 16,90 euros por un libro que a duras penas llega a 150 páginas, con letra tirando a grandecita y con unos márgenes que parece que estás leyendo poesía. Se lee en poquito más de una hora. ¿Es fenomenal? Sí. ¿Tiene buena relación calidad-precio? Pues no.
Se chotean de nosotros. Entre estas cosas y lo de sacar como libros nuevos libros antiguos con otro título (hola, Lugares oscuros de Gillian Flynn, que antes eras La llamada del Kill Club), me tienen contenta. Menos mal que este nunca será un blog de éxito y no tendré que desdecirme para que me quieran las editoriales. 
Y otro día hablamos de lo de publicar antes el segundo libro que el primero, y que el segundo cuente cosas del primero (hola, Alex, hola, Iréne) y de la manía de traducir el título como mejor nos parece (hola otra vez, Irène)

Y ahora que ya he renegado os voy a contar por qué hay que ser fan del señor Lemaitre, aparte de porque es maravilloso en general.

- porque sabe transmitir la angustia de sus personajes, como hace con Sophie en Vestido de novia. Llega un momento en el que piensas en dejar de leer, o en meter el libro en el congelador, por la pura angustia que sientes. 

- porque llega más allá, no suaviza las historias más duras por mucho que tú estés pensando "no se va a atrever, ay, por favor, que no se atreva", que es lo que estuve pensando todo el tiempo con Irène.

- porque aunque a veces la historia sea rocambolesca, casi todo cuadra y se le ven poco las costuras, como pasa en Alex, que es una de las mejores novelas que he leído en 2015 y sin duda, una de las más fascinantes de mi vida. Te atrapa desde el primer momento, te lleva por donde quiere, te vuelve la historia del derecho y del revés, te tiene todo el tiempo pensando una cosa y la contraria. Es sensacional la construcción de esa novela y de ese personaje, que te despierta todo tipo de sentimientos. Es una novela en la que te metes del todo, y la vives. Te tiene en tensión constantemente y eso es fenomenal.

- porque aunque sea en versión relato corto, construye una historia apasionante, como en Rosy & John, aunque no he podido evitar pensar que hubiera sido una gran novela con un poco más de desarrollo. Me ha dejado con ganas de saber más de todos los personajes.
Algunas cosas que he marcado: 

"Camille es un metro cuarenta y cinco de cólera. Un metro cuarenta y cinco es poco para un hombre, pero es mucha cólera concentrada."

"Muchas veces creemos que el terrorismo es algo sofisticado - concluye Bassin - pero no lo es."

domingo, 14 de febrero de 2016

Series: enero

Devoré la segunda temporada de Mozart in the jungle, flamante ganadora del Globo de Oro a la mejor comedia de la televisión. Que yo no sé por qué gana como comedia porque tampoco es que te mueras de risa. Pero los americanitos han decidido que si es de media hora es comedia y punto.
Me interesa todo, la veo del tirón y aunque después de diez episodios piensas que en realidad no ha pasado gran cosa te da bastante igual porque está muy bien hecha y los actores están fenomenal. Y sale Gael García Bernal, que un día me saludó por la calle.

Muy recomendable también la adaptación de Diez negritos de la BBC, And then there were none.
Tres capítulos de una hora y listo. Varía algunas cosas del original y tiene algunos momentos de transición algo pesados, pero es difícil que defraude. Como siempre, la puesta en escena es magnífica. Qué bien hacen estas cosas los ingleses.

Dentro de mi fascinación por el mundo Kardashian no podía perderme I am Cait. Y me ha gustado. Realmente es una persona distinta. Bruce era un rollo de persona y Caitlyn es interesante y lista, porque se rodea de otras mujeres también interesantes y con historias que compartir. Es bonito que viva la vida que quiere vivir. Y si en Yomvi pusieran los episodios de Las Kardashian ordenados sería ya estupendo, que he visto las temporadas 3-6 y 8-10. Es muy poco culturetilla, pero me encantan, cómo hacer de la nada una manera de vivir. Es como entrar en la dimensión desconocida, así de marcianas me parecen sus vidas.

El capítulo nuevo de Sherlock me decepcionó. Es como comprar tomates. Llevas un año esperando a
que sea temporada de tomates, te gastas una pasta porque tienen pintaza y te mueres por comerte un tomate de los de verdad y al final resulta que tienen muy buena pienta pero en realidad son del montón. No. Con la diferencia de que no dejaré de ver Sherlock, pero sí he dejado de comprar tomates en Madrid.

Aprovechando el parón de las series también he visto la primera temporada de Veep y shame on you, que nadie me había dicho lo divertida que es esta serie. Me muero de risa con Selina, que es como la gemela más mala y menos lista de Leslie Knope. En esta serie he cedido y la estoy viendo doblada, que estoy un poco saturada de tanto subtítulo y a veces me apetece ver cosas que me permitan hacer un poco de caso mientras al ipad.

En los últimos días ha habido dos grandes noticias seriéfilas

- acaba The good wife. Que yo me alegro. Me lo he pasado muy bien pero ya le tocaba. Además, de seguir emitiéndose yo ya no sé qué más putadas capilares le iban a hacer a Julianna y sus pelucas.

- se ha acabado el parón de mis series de los jueves: mis viernes son más felices con Anatomía de Grey, Scandal y How to get away with murder. Nada de placeres culpables. Placeres y punto.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Pelis: Enero (II)

La segunda quincena de enero también ha dado para mucha peli, supongo que el ritmo decaerá cuando acabe la temporada de premios. 

La chica danesa: me dejó bastante fría, que es justo lo que me esperaba cuando vi el tráiler. Y que además, como tiendo a buscar la información real de todas las pelis "inspiradas" (que debe de ser menos que "basadas") en hechos reales, pues claro, flipo un poco por todo lo que separa la realidad de la ficción...como si la vida de Lili Elbe fuese poco interesante sin necesidad de adornarla tanto.
Creo que Alicia Vikander está estupenda en el papel y creo también que me ciega mi fangirlismo por Eddie Redmayne. Comentario frívolo: ese chico debería ir más recto porque va a acabar chepado.
La puesta en escena es bonita con momentos espectaculares aunque ay, los cromas. Que hacemos pelis del espacio pero los cromas todavía se nos dan regular nada más.


Room: ESPECTACULAR. Un peliculón. Es agobiante y tierna a la vez. Brie Larson es perfecta. No hay otra palabra. Perfecta. Y cualquier cosa que sea no darle el Oscar será una gran injusticia. Sigo viendo pelis nominadas para juzgar con conocimiento de causa, pero de momento, es mi favorita. Se come la peli entera y pasa por todos los registros con una naturalidad pasmosa. Si la conocéis de los tiempos de United States of Tara ya sabéis lo fantástica que es. Muy fan. 

Insurgente: la segunda peli de la saga Divergente. Es un rollo. Y no me puedo creer que queden todavía otras DOS películas. Tampoco debería creerme que vaya a verlas, pero las veré porque soy así de boba.




Requisitos para ser una persona normal: es sabido que no suelo ver pelis
españolas, pero esta me llamaba la atención, pero se me pasó cuando la pusieron en el cine. La estrenaron en mi yomvi de mis amores y me gustó mucho. Hay que hacerlo muy bien para contar una historia sencilla y que te quede bonito. Y Leticia Dolera lo hace. Como guionista y como actriz. Como directora no lo sé juzgar porque tampoco sé tanto de cine, pero como tengo el modo fan on, pues voy a decir que también. La protagonista, María de las Montañas, lo que quiere es ser normal y se lanza a conseguir lo que se supone que tienes que tener para ser feliz. Y hasta ahí voy a leer.

Alma salvaje: por esta peli nominaron como mejor actriz a Reese Witherspoon el año pasado y la verdad es que lo merece. La vi un poco por casualidad mientras buscaba otra cosa y me sorprendió, porque tiene mérito hacer amena la historia de una señora que camina. Los flashbacks a mí no me aportaron gran cosa, me interesaba más su historia caminando.

Sufragistas: como peli seguro que tiene mil defectos, a ratos es un poquito
pesada. Pero creo que es una peli que tenemos que ver todos. Es alucinante ver todo lo que hemos conseguido en cien años. Queda por conseguir, claro, pero el camino recorrido es inmenso. Qué bien ser de una generación que da por supuesto su derecho al voto, por ejemplo. Y qué necesaria la independencia económica, que nunca me voy a cansar de decirlo.

Spotlight: la historia de la investigación que acabó destapando los abusos a menores por parte de sacerdotes católicos en Boston hace unos años. Muy interesante si te gustan las pelis de periodistas. A mí me apasionó y me escandalizó a partes iguales. Precisamente quien debe cuidar de los más desvalidos no debe ser quien abuse de ellos. Es una vergüenza. Los que lo hacen. Y los que lo tapan.

Los odiosos ocho: como decía Sil, Los Odiochos. Vale que tengo un vago
recuerdo porque no volví a verla después de que la estrenaran en el cine, pero me ha parecido Reservoir Dogs en el oeste. Y como casi siempre, le sobra un trozo. Di una pequeña cabezadita de 10 minutos, pero la señora que estaba a nuestro lado roncaba que daba gusto. Tiene esos momentos de humor Tarantino que te gustan o que odias, y a mí me gustan así que lo pasé bien. Media horita menos y sería casi perfecta.

The end of the tour: soy un poco fangirl de DFW, sobre todo en su no-ficción. Y llegué a esta peli con bastantes reparos. Básicamente porque pensaba prejuiciosamente que Jason Segel se iba a limitar a una imitación. Y no, está muy bien en el papel. Y ahora tengo ganas de leer el libro de David Lipsky y no me da la vida para todo lo que tengo pendiente.

La juventud: la primera mitad de la peli es impresionante, qué bonito todo, qué bien rodado y qué maravilla. Y a mitad de la película pasa una cosa que es intrascendente pero que me sacó del todo y me dejó de gustar. Al revés, todo me parecía incoherente y sin mucho sentido, con muchos planos del tipo "mirad qué artista soy". Eso sí, Michael Caine está impresionante.


Brooklyn: me ha gustado la historia, el guión de Nick Hornby, Saoirse Ronan (aunque mi favorita sigue siendo Brie Larson), el vestuario, la luz...todo. Menos los cromas, que parece mentira que hagamos unos efectos especiales de flipar pero se sigan notando tanto los cromas. Es la historia de una joven irlandesa que emigra a Estados Unidos a principios de los años 50. Creo que el final es muy precipitado, pero por lo demás está muy bien.


Y colorín, colorado, dos docenas de películas en el mes de enero. Días de mucho, vísperas de nada.