martes, 6 de septiembre de 2016

Grandes Esperanzas

Y ahora dos meses después, y sigue sin darme vergüenza

"Siendo Pirrip el apellido de mi padre, y Phillip mi nombre de pila, mi lengua infantil no alcanzó a hacer de ambas palabras algo más largo ni más explícito que Pip. Así, yo me llamé a mí mismo Pip, y por Pip vine a ser conocido por los demás."

Siempre llego tarde a las cosas. Generalmente suele ser a los best-sellers del momento. Y aquí casi se cumple esa tradición porque en sus tiempos seguramente fue un best-seller. Y yo he llegado tarde. Tardísimo.

El libro de este bimestre en este año raruno del Club de Lectura era Grandes esperanzas, de Charles Dickens. No había leído a Dickens, y lo que conocía era a base de adaptaciones al cine de sus obras, y ahora tengo la sensación de que esas adaptaciones, en general, se han hecho con poca fortuna, porque es inabarcable contar una historia así en cien minutos.

Reconozco que no me apetecía nada, ni Dickens en general, ni este libro en particular (no sé por qué el que más me llama la atención es Historia de dos ciudades, que ni sé de qué va) sobre todo por la adaptación de Cuarón, que recuerdo esa tarde en el cine como un completo sopor... así que como no estaba muy receptiva, adelanté la lectura al máximo y leí la mitad en junio y la otra mitad en julio. Algo de lo que me arrepiento ahora, casi dos meses después, intentando hacer una reseña medio decente.

Lo empecé como si fueran deberes, despacito, un poco cada día, con la idea de que me durase un par de meses pero sin agobios. A partir de la mitad del libro ya no leía otra cosa que no fuera Grandes esperanzas, porque la verdad es que me ha encantado.

Ya me gustó desde el principio cuando nos cuenta los orígenes de Pip, y luego, como buen folletín, no olvidemos que es un folletín, de lujo y maravillosamente escrito, pero folletín, ya te enganchas locamente a la vida, obra y milagros de todos los personajes, todos te interesan. Llegas al final de un capítulo y ves escrito con letras invisibles "continuará", y mientras, te dedicas a intentar adivinar los giros del guión (con sus casualidades de lo más rocambolescas) y el destino de los personajes. Que es la que quiero suponer que era la intención de Dickens, que sus historias te enganchasen lo suficiente como para comprar la siguiente entrega. En ese sentido, misión cumplida. 

Y muy cumplida, porque cada año leeré un Dickens. Que es la ventaja de haber llegado tarde. Lo tengo todo por leer. Qué maravilla.

Algunas cosas que he marcado:

"Todos los estafadores del mundo no son nada en comparación con los que quieren engañarse a sí mismos."


"Has estado en todas las esperanzas que desde entonces he tenido...en el río, en las velas de los barcos, en los marjales, en las nubes, en la luz, en la oscuridad, en el viento, en los bosques, en el mar, en las calles (...) Hasta la última hora de tu vida, Estella, no tienes más remedio que seguir siendo parte de mí mismo, parte del poco bien o del mal que exista en mí."

Como siempre, otras reseñas, seguramente mejores en los blogs de Pau, Newland (o no), ND y Carmen

3 comentarios:

El niño desgraciaíto dijo...

Echo en falta, tanto en tu reseña como en la mía, una mención a la señorita Havisham como secundaria de Thursday Next...

Me alegra que te haya gustado y que te propongas leer un Dickens por año. Dentro de tus locuras lectoras esta es tremendamente sensata.

Anónimo dijo...

A mí, ese libro, me gustó mucho. También David Copperfield. Y sí, son folletines (yo los llamo culebrones) pero de los buenos

loquemeahorro dijo...

Es maravilloso, uno de esos libros que te acompañan toda la vida. Qué personajes! Qué historia!! Qué Señorita Havisham! (y qué desperdicio de tarta).

Yo no he leído "Historia de dos ciudades" porque tengo entendido que no parece gran cosa cuando se ha vivido con Pip, o con David Copperfield. Ya me contarás si es cierto!

¿Has leído "Siempre hemos vivido en el castillo"? Pensé que era la única en el planeta tierra (sin exagerar ni un poco)