miércoles, 1 de marzo de 2017

La muerte de Iván Ilich

Y seguimos otro año languideciendo con el club de las lecturas clásicas, salvo pequeñas rebeliones de los que, como yo, somos un poco menos clásicos.

Este año arrancamos con un ruso, que yo diría que ha pasado por alguna traducción previa antes de llegar a la traducción en español, pero es apreciación personal, en la que coincido con alguno de mis compañeros sufrientes lectores.

En este libro sufres poco, además ya sabes de antemano que el protagonista se muere, que es algo fenomenal, aunque te cargas el factor sorpresa ya sabes a qué atenerte, en este caso a un protagonista muerto.

El señor en cuestión es bastante pesado, sólo quiere prosperar en la vida y prospera pero lo hace todo mal: se casa con la primera que pasa y que más o menos le encaja en lo que para él tiene que ser una esposa en condiciones (o comme il faut, en el original) INCISO: al leerlo me pareció que lo de comme il faut lo decían chiquiticientas veces...en realidad son tres, pero se me han hecho pesadas.
Trabaja y trabaja y prospera en su trabajo, pero claro, no es feliz. Porque todo le va mal, su mujer, sus hijos, los que le rodean...es un señor que es menos feliz a medida que va teniendo más éxito en su trabajo.

Total, que se pone malo y es aún más desgraciado porque los demás no le tienen tanta pena como a él le gustaría, que es una cosa muy de persona empática y considerada con su familia (no entiendo cómo no le idolatran) y cuando ve la muerte de cerca piensa qué ha podido fallar, si él ha hecho todo como se esperaba de él y sin embargo no ha sido feliz. Sólo se recuerda feliz de pequeño, cuando hacía menos lo que se esperaba de él y más lo que le pedía su corazoncito. 

Y además, cuando se muere los demás están poco tristes y muy preocupados por cómo va a correr el escalafón, que es de las cosas más penosas que te pueden pasar. Que nadie esté triste.

Ah, sí, el libro me ha gustado, se lee en una tarde y está bastante bien. Me gusta este plan de libros poco ladrillos. A este paso acabaremos siendo un club light.

Ahora vendrá alguno de mis compañeros y hará un análisis mucho más sesudo y probablemente, más acertado. Podéis leer sus opiniones en los blogs de CarmenNDPau y en el blog del club, que lo tiene Newland en préstamo.

1 comentario:

El niño desgraciaíto dijo...

Parece que ha sido una buena elección y que todos lo hemos pasado bien. O al menos no mal, que ya es un logro.

Es un libro triste, sin duda.