Hace ahora diez años le conté mi vida a una psicóloga de Harvard que estaba haciendo un estudio sobre el Nest Syndrome, ese mal que aqueja a las madres cuando los hijos abandonan el nido. Aquí, en Estados Unidos, esa fecha está dramáticamente marcada en el calendario. Madres y padres saben que cuando los hijos cumplen los diecisiete, la edad habitual a la que se entra en la universidad, los perderán en gran medida para siempre. Los perderán.
Así empieza Noches sin dormir. El diario de Elvira Lindo durante el último invierno que pasó en Nueva York. Que parece todo muy bonito, pero el invierno en una ciudad que tiene estaciones no me resulta nada apetecible. Y menos aún después de ver las calamidades que pasan en lo más crudo del crudo invierno.
Siempre que leo a Elvira Lindo tiendo a compararla con Nora Ephron, no sé muy bien por qué, pero es una comparación bastante subjetiva: Elvira es lo más parecido a Nora que he conseguido encontrar, sin ser Nora. Pero me provoca las mismas sensaciones, que es, en general, un convencimiento no necesariamente fundado de que todo va a ir bien.
Lo que más me ha gustado, obviamente, es Nueva York. Es la ciudad perfecta a la que ir de visita aunque no tengo tan claro que lo sea para vivir.
Anécdota sobre esto: en el libro habla de la visita de sus amigas en Semana Santa y de cómo los españoles lo llenamos todo en esa época. Pues coincidí con ella y sus amigas en el Filene's Basement que hay cerquita del Lincoln Center. Mis amigos las vieron, a mí, para variar, me pilló en el baño.
Respecto al libro, se nota que es un diario editado, claro. Y no se nota tanto el currazo que tiene que tener por detrás, hacer que parezca fácil a mí me parece de lo más complicado del mundo.
Me gusta también de Elvira que es un poco exagerada, me identifico bastante en eso, y a nivel personal es un libro que como he dicho más arriba me transmite muy buen rollo. Y también a nivel personal me ha gustado infinito que en un par de cosas me hayan dicho "esto lo dice Elvira pero podrías decirlo tú", creo que comparto con Elvira el espíritu disfrutón de la vida y una cierta tendencia al drama y a la exageración. Por ejemplo: "Realismo y absurdo, el drama de mi vida"
Lo que menos me ha gustado, y es un detalle muy tonto, es una referencia a Carmen Martín Gaite, de la que no entiendo por qué no se omite el nombre, cuando en otros ejemplos similares sí se ha omitido. Si me encontrase con Elvira creo que se lo preguntaría, si acertase a pronunciar palabra, claro.
Lo recomiendo mucho, es de esos libros en los que está bien lo que cuenta, cómo lo cuenta y claro, dónde pasa lo que cuenta.
He marcado muchas cosas que me han gustado, estas son algunas
"He aprendido que se puede pensar una cosa y su contraria sin que sea necesario disculparse por contradictoria"
"Nunca he dejado de escribir. Es un consuelo, un vicio, una manía, la única manera que conozco de ordenar el pensamiento. Es como rezar."
"Mi compromiso puede resumirse en una línea: justicia social y educación (...) novelas comprometidas, películas comprometidas, teatro comprometido, hasta la banalidad tiene que hacer alarde de compromiso"
"Yo voy a cualquier sitio que me permita colarme en una casa, en un edificio o en un ambiente. Yo, por sistema, voy."
4 comentarios:
Estuve en una presentación en la que habló de este libro y dijo que le había contado su vida a esa psicóloga porque empezó a hablar, y como lo que dices en inglés no cuenta, acabó soltando toda su vida XD
¿En el libro habla de su asistenta? Porque lo que contó de ella era tronchante.
Sí, habla de su asistenta. De sus hijos, de su perra, de la gente del gimnasio...es como si te estuviera hablando.
Me gusta mucho Elvira, creo que me gusta tanto porque me cae bien sin conocerla. Muchas gracias por la reseña, voy a leerlo.
Nata
Nata, te va a encantar...
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