Hoy toca pelis. Las que he visto en esta primera quincena de enero, que han sido un montón.
La familia Bélier: me encantó. Va de una familia (los padres y la parejita) en la que todos, salvo la hija, son sordos. La hija canta de maravilla y le proponen ir a un concurso de canto. Y hasta ahí puedo leer.
Esta peli la debería ver todo el mundo, pone de manifiesto los prejuicios que tenemos todos frente a lo diferente. O casi todos, que hay gente que vive sin prejuicios y eso que se llevan.
Lo que más me ha gustado es la familia en general.
No soy nada fan del cine francés, pero como soy una inconsecuente de la vida cada vez veo más y me va gustando todo lo que veo.
El encargo: o como dejarse seducir por John Cusack y Robert de Niro, aunque este último parezca Dustin Hoffman del pelucón que le han colocado. Un mafioso encarga a uno de sus hombres que lleve una bolsa poniéndole una condición: que, pase lo que pase, no la abra. Y ahí se va el bueno de John Cusack con su bolsa y le empieza a pasar de todo y hay muertos a paladas. La idea es muy buena (los últimos minutos la peli mejora muchísimo) pero bastante mal ejecutada. John Cusack se está convirtiendo en señora y eso me da dolor de corazón.
Fuerza mayor: otra peli que es una buena idea pero luego meh. Toda la acción transcurre en cuatro días en una estación de esquí. Lo que desencadena la trama es que hay un pequeño alud y el padre de familia (otra vez papá, mamá y parejita) en lugar de coger a sus hijos, coge su móvil y se pira. Y claro, eso abre unas cuantas compuertas entre la pareja, y un poco en los que están a su alrededor. No me volvió loca pero se deja ver. Tiene un final de estos en los que la peli se acaba porque toca, no porque se cierre gran cosa.
El puente de los espías: lo mejor que he visto en lo que llevamos de 2016. Es cine del de antes. La historia se va construyendo poco a poco y todo es interesante. A ver, no es pura adrenalina ni un divertimento, es una peli bastante sobria y que a ratos se puede hacer algo lenta. Yo reconozco que estuve entregada todo el tiempo y que soy un cliente satisfecho. Me gustan las pelis de espías, me gusta la contención de Tom Hanks, que tiene la misma forma de cabeza que Nixon, dato absurdo que me distrajo algunos ratos de la peli. Me gusta Berlín. No me gusta que los buenos sean buenísimos y los malos malísimos. No me gusta que las alegaciones delante de un tribunal sean apelando a cosas sentimentales y no a la ley. Pero lo dicho, a mitad de enero de 2016, es lo mejor del año. A ver si le dura el puesto.
Macbeth: primer fiasco del año. Qué desastre. Me aburrí como una mona y pegué dos cabezadas. La culpa no es del texto porque Macbeth ya lo he visto dos veces (en teatro y en ópera y las dos las disfruté mucho). Ya es triste que se me haga más pesada una película que una ópera. Pesada, aburrida, con una iluminación que es un dolor, o muy pasada de luz o muy oscura. Y con Fassbender guapísimo, pero en plan susurrante intensito. Me consta que la crítica la pone maravillosamente, a la peli y a Fassbender. Yo sólo pienso que menos mal que pagué menos de 5 euros por verla.
Dark places: la adaptación de la novela que se publicó aquí como La llamada del Kill Club y que es la que más me gustó de las tres que he leído de Gillian Flynn, seguramente porque la protagonista es la menos loca de todas las locas de Gillian Flynn. La peli es regular nada más. Bastante lenta. Creo que se estrenó directamente en vídeo, y tampoco me sorprende.
Me sorprende más que Charlize Theron se implicase en esto.
Carlitos y Snoopy: o irte a las seis de la tarde a un cine petado de niños. Una cosa os voy a decir, los adolescentes se portan peor que los niños pequeños. La peli es muy mona, no se me ocurre otra palabra para describirla, tiene unos golpes de humor estupendos y todo es muy ideal porque no se puede molar más que Snoopy y su panda. Carlitos se enamora de una niña pelirroja y nos vamos a pasar todo el curso con él, viendo sus acercamientos mientras el resto de los Peanuts se dedican a ser ellos mismos. Adorabilitos total.
The last five years: soy una loca de los musicales y no podía perderme este, que lo estrenaron hace poquísimo en el Plus. La idea es buena, pero en cine se hace pesada. Cuenta la historia de los 5 años que una pareja está junta, pero cada uno empieza en un momento distinto, ella va del final al principio y él del principio al final. Hay alguna canción chula, pero no es nada memorable. Me alegro de no haberla visto en el cine.
Joy: Jennifer Lawrence salva ella solita una peli con un reparto que, al menos sobre el papel, no necesitaría ser salvado, DeNiro, Isabella Rosellini, Bradley Cooper. Es un falso biopic sobre Joy Mangano, una de las diosas de la teletienda norteamericanda. Y digo falso porque está sólo levemente "inspirado en hechos reales". La peli en sí se deja ver, tampoco es una maravilla, pero ella está como siempre, fantástica, qué gran actriz y qué chica más normal y cómo la adoramos en este blog.
Steve Jobs: en este blog también adoramos a Fassbender, que aquí está espléndido. La peli cuenta
tres momentos concretos en la vida de Steve Jobs, no es un biopic como tal. El guión, flamante ganador del Globo de Oro, es de Sorkin siendo más Sorkin que nunca. No pasean tanto pero se han tenido que aprender páginas y páginas de guión. Fassbender no se parece nada a Jobs, pero consigue que te dé completamente igual. Está inmenso, mucho mejor que de susurrante en Macbeth.
Magic Mike XXL: están todos muy buenos, pero la peli es bastante rollo. Mucho torso y bastante baile sensual, pero que no me compensa. Yo me aburrí. Y no tengo ganas ni de explayarme más.
El becario: Robert de Niro es el becario sénior de Anne Hathaway. Y claro,
se hacen amigos. No puede ser más previsible, pero te da justo lo que esperas de ella. Un entretenimiento completamente superficial y olvidable.
Mr. Holmes: otro chasco. No llega a ser fiasco, pero me esperaba muchísimo más. Me quedé con
muchas ganas de verla en su momento en el cine, y el otro día la vimos en casa. Que sí, que es Ian McKellen que es un señor fantástico siempre. Pero la historia es flojita. Un anciano Sherlock Holmes rememora su último caso mientras vive retirado en el campo con su ama de llaves y el hijo de ésta. Hay momentos de sufrimiento completamente innecesario.
Ahora empieza una época molona, temporada de premios con, en teoría, las mejores pelis del año para ver. Pues eso. A ver si puedo ver la mayoría de ellas. Aunque ya sé que perderé la porra de los Oscar porque me niego a votar a The Revenant. Me estoy planteando incluso no verla porque me aburrí viendo el tráiler.