"He aquí el niño. Es pálido y flaco, lleva una camisa de hilo fina y ajada. Aviva la lumbre en la recocina. Afuera hay campos oscuros roturados y con jirones de nieve y al fondo bosques más oscuros aún donde moran todavía los últimos lobos"
Yo no sé nada de literatura, pero sí sé mucho de mi yo lector. Me conozco como lectora de memoria y muchas veces no es tanto prejuicio (que también hay algo de eso) como autoconocimiento cuando digo "a mí este libro no me va a gustar". Y eso es justo lo que me ha pasado con Meridiano de Sangre, de Cormac McCarthy, que me bastó con leer la contraportada para saber presuponer que no era un libro para mí.
Que igual es que no me gustan los libros buenos y en la lectura busco sólo la parte escapista y de disfrute, que tampoco tendría nada de malo...sí que es verdad que para mí es lo más importante, pasarlo bien leyendo, disfrutar esa lectura, porque me enganche la historia o porque me guste cómo está contada (y cuando hay suerte, las dos cosas). Ya tengo un trabajo que tomarme en serio, y no voy a hacer lo mismo con mi ocio.
Pero hay buenos libros, como éste, al que le reconozco muchos méritos, que no me gustan nada. No me gusta cómo está escrito y no me gusta la historia que cuenta, es imposible que me llegue, necesito al menos una de las dos cosas. Cuando digo que no me gusta no digo que sea malo porque objetivamente no lo es. Digo que no me gusta. A mí.
Consigue transmitirme el horror y la sordidez de la historia, y me lo transmite tanto que me espanta todo el rato todo lo que está contando. Sufro. Todo el tiempo. Y mira, no.
Es una reseña cutrísima, pero no tengo nada más que decir sobre este libro.
1 comentario:
Pues a mí no me parece cutre, habla del libro mucho más de lo que tú te crees. Lo único malo es que hay que conocerte un poco para entenderla ;)
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